En los últimos años se ha puesto en relieve la importancia de mantener los espacios limpios y saludables. El primer paso para lograr este objetivo es un buen proceso de limpieza.

Para maximizar los resultados de la limpieza se recomienda el uso de maquinaria de limpieza industrial. En operaciones que dependen del uso de mopa y cubo, el uso incorrecto puede conducir a la contaminación cruzada ya que el agua sucia de la mopa se esparce en lugar de recuperarse. Las fregadoras proporcionan a los operarios una nueva fuente continua de solución de limpieza. También reducen los resbalones y caídas peligrosos causados por las mopas húmedas, ya que la solución y los suelos se secan automática y rápidamente.

Hay que diferenciar entre limpieza, saneamiento y desinfección. La limpieza es la eliminación física de tierra, desechos, residuos y sustancias orgánicas de la superficie. El saneamiento es cuando se utiliza una sustancia que reduce la población bacteriana significativamente, pero no destruye ni elimina todas las bacterias. La desinfección es cuando se utiliza una sustancia que destruye o inactiva bacterias, hongos y virus.

Aunque el proceso de limpieza no mata los gérmenes, ayuda a eliminar residuos y otros contaminantes físicos de la superficie. Además, pueden realizarse pasos adicionales de saneamiento o desinfección después de que se haya realizado la limpieza.

Las fregadoras ofrecen una solución ultra eficiente para la primera parte de "limpieza" del proceso de desinfección. Sin embargo, a menudo se usan incorrectamente en el proceso de desinfección. Los sanitizantes y desinfectantes requieren tiempos de contacto específicos para funcionar de manera efectiva. Las superficies deben permanecer húmedas durante un tiempo entre 2 y 10 minutos. Las fregadoras están diseñadas para aplicar soluciones de limpieza y secarlas en solo unos segundos. Si bien este período de tiempo es ideal para proteger contra resbalones y caídas, no proporciona el tiempo de contacto requerido para la desinfección. Por lo tanto, si se pone un desinfectante en la máquina y se usa convencionalmente, el suelo se limpia pero no se desinfecta.

Para desinfectar con una fregadora, los operarios pueden usar la técnica de fregado doble para garantizar que los suelos permanezcan húmedos durante el tiempo adecuado. Para lograr esto, el operario simplemente deja la bayeta levantada o la retira y apaga el aspirador durante la primera pasada de fregado. Esto evita la recuperación inmediata de la solución de desinfección. Una vez los productos han cumplido el tiempo de contacto, el operario puede bajar la bayeta y encender la aspiración para secar o dejar secar al aire.

El fregado doble es una técnica fácil de usar, pero tiene algunas precauciones adicionales: revise las etiquetas para determinar si el químico es compatible con las superficies y piezas de la fregadora (algunos desinfectantes pueden corroer metales, plásticos y tipos de goma), asegúrese de que todas las superficies no porosas de la máquina estén completamente limpias después del uso; después de la limpieza, deje suficiente tiempo para que las superficies de la máquina se sequen completamente al aire y almacene la fregadora en un área seca con la bayeta, el cabezal de fregado y el cabezal de barrido levantados.

Una fregadora es una herramienta eficaz que reemplaza las ineficiencias de mopa y cubo. Algunas son lo suficientemente pequeñas para limpiar en áreas estrechas, mientras que otras son lo suficientemente grandes para ser conducidas con conductor a bordo. ¿Quiere ampliar la información? Puede ponerse en contacto con nosotros a través de nuestro formulario contacto web o en el tel. 93 662 66 11.

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